Manifestacion 13 N






CUENCA, NECESITA PARA SU FUTURO, EL MANTENIMIENTO Y LA MODERNIZACIÓN DEL FERROCARRIL ARANJUEZ-CUENCA-VALENCIA.

Nuestra provincia, que presenta una clara insuficiencia en su desarrollo económico y social con respecto a las provincias de su entorno, no está sobrada de infraestructuras, por lo tanto no puede permitirse el lujo de perder lo que ya tiene.

La línea de ferrocarril que cruza la provincia tiene una potencialidad innegable. En primer lugar, porque ya existe, no hay que inventarla, ni construirla. Es un importante patrimonio colectivo que tenemos y no podemos perder. En segundo lugar, porque comunica dos de las mayores ciudades de España con grandes necesidades presentes y futuras de contar con infraestructuras de transportes que las comuniquen entre sí, en un escenario europeo que se plantea como objetivo importante potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril y en tercer lugar, porque con una correcta política inversora y una adecuada gestión, se podrían prestar importantes y compatibles servicios de transportes de mercancías y de viajeros, no sólo a las ciudades de Madrid, Cuenca y Valencia, sino a todas las comarcas y localidades por las que transcurre.

Esta política inversora es necesaria, porque precisamente, su mayor problema es el déficit histórico de modernización que arrastra desde hace años, así que es necesario corregir ese déficit, con una inversión que no superaría la que ha sido necesaria para construir 20 kilómetros de la línea de alta velocidad, según los diferentes estudios llevados a cabo por empresas especializadas.  

            Otro problema importante y que se ha convertido en una amenaza para su futuro, es la pésima gestión de los servicios llevada a cabo en estos últimos años. Esa pésima gestión se concreta en: La renuncia a una política de intermodalidad que favorezca el acercamiento de viajeros y mercancías  al ferrocarril, la implantación de incómodos transbordos para los accesos a Madrid y a Valencia, las propuestas de alejamiento de la estación de Cuenca del centro urbano y la antigüedad de los trenes que transcurren por la línea. 

            Nos encontramos igualmente ante la paradoja de que en estos dos últimos años se han llevado a cabo inversiones para la renovación de la vía en gran parte de su recorrido y para la modernización de algunas estaciones, y sin embargo ahora, nos plantean su posible desaparición.

Por último decir, que la puesta en servicio de la línea de alta velocidad no puede servir como excusa para su cierre, ya que por esa línea se prestarán servicios que no estarán al alcance de una mayoría de la población, quedarán además excluidas todas las poblaciones excepto Cuenca capital y tampoco se puede utilizar esa línea de alta velocidad  para el transporte de mercancías.

Así que en estos momentos, es necesario que por parte del Consejo de Ministros, de oficio ó a petición del Gobierno de Castilla la Mancha, declare de interés público los servicios de transporte de viajeros que transcurren por la línea para mantener su actividad, en la perspectiva de que más pronto que tarde, sea abordada su modernización para garantizar su futuro.